En teoría debería de haber sido de arándanos con nata, pero compré una bolsa en la que venían guindas, moras, arándanos, etc. congelados y como las guindas no eran muy grandes, pensé que eran arándanos rojos, vamos que se me fue un poco la cabeza, pero no importó, porque de igual manera salió un pastel jugoso y riquísimo. Solo que al colocar algunas por encima cayó un poquito del líquido que iban soltando las guindas, pero bueno, tampoco quedó mal.
Hoy es el cumpleaños de otra compañera bloguera, nada más y nada menos que de Trini Altea, así que para ti va dedicada la entrada de hoy ¡muchas felicidades!.
INGREDIENTES:
- 175 gr de mantequilla a tª ambiente
- 175 gr de azúcar
- 3 huevos
- 225 gr de harina con levadura
- 1 cucharadita de levadura en polvo
- 2 cucharaditas de extracto de vainilla
- 150 ml de nata
- arándanos o guindas
Para el glaseado:
- 200 gr de queso tipo Philadelphia
- 100 gr de azúcar glass
Ponemos la mantequilla, el azúcar, los huevos, la harina, la levadura y la vainilla en un cuenco. Batimos 2-3 minutos, hasta que la mezcla esté blanca y homogénea. Incorporamos 4 cucharadas de los 150 ml que tenemos y añadimos unos 150 gr de arándanos, mezclamos. Vertemos la masa en un molde de 23 cm previamente engrasado y forrada su base con papel de hornear, y nivelamos. Horneamos unos 50 minutos. Sacamos del molde y dejamos enfriar.
Batimos el queso con el azúcar glass y el resto de la nata hasta obtener una crema homogénea. Es mejor dejarla enfriar en el frigo para que quede más densa (de eso me di cuenta después). Extendemos por encima del pastel ya frío y esparcimos por encima la cantidad que os parezca de arándanos. Se conserva en el frígorífico un par de días, pero seguro que no llega a los 2 días porque de verdad que está buenísimo.